Alejandro Canales Sánchez

Uno de los efectos de las disputas arancelarias y geopolíticas ha sido espolear el liderazgo mundial de China. En realidad, no se trata de un papel improvisado o espontáneo, aunque en los últimos cinco años ese país ha registrado una disminución en sus tasas de crecimiento económico —poco más del 4 % en promedio—, viene de un crecimiento sostenido de dos dígitos en las últimas tres décadas y de una influencia creciente en diferentes ámbitos.

Ahora, frente a la beligerancia y el ensimismamiento de los Estados Unidos, China ha tendido puentes comerciales en todas las regiones y redoblado sus esfuerzos de cooperación mundial. Esta misma semana, en entrevista de Arturo Gómez para MILENIO, el presidente de la Cámara de Comercio China-México hizo notar que, a partir del año 2023, la nación asiática ha incrementado en 46 % su inversión en México y al primer trimestre de este año suma 11 mil 890 millones de dólares (20.05.2025: 18).

La inversión China en México, según la misma entrevista, es menos de la mitad de lo que invierte Estados Unidos, pero es la segunda en importancia a nivel nacional. Además, el titular de la Cámara de Comercio consideró que el Plan México representa una oportunidad para ampliar las inversiones chinas y el interés que ya existe al respecto.

El reciente foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrado la semana pasada en Beijing, China, es una muestra de la estrategia de acercamiento de ambas regiones. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, no asistió al foro, pero sí estuvo como representante el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente. Al foro asistieron los presidentes de Brasil, Colombia y Chile, así como delegaciones de los distintos países de la región.

No es el primer encuentro entre China y la CELAC. En 2015, hace una década, celebraron un foro similar, pero el contexto y las expectativas actuales son otras. Aparte de este segundo foro con el país asiático, la CELAC ha promovido foros cumbre con la Unión Europea y Rusia.

La CELAC tiene como propósito establecer un foro intergubernamental y de acuerdo político de todos los países de la región. Aunque, en realidad, no ha sido fácil conciliar las posiciones ideológicas de los distintos jefes de gobierno y el desempeño de la CELAC ha tenido sus altibajos.

Algunos logros del organismo regional han sido el impulso a la integración de los países y los acuerdos de cooperación en el área educativa, cultural, científica y tecnológica. O bien, en la emisión de declaraciones conjuntas ante la ONU sobre temas como el cambio climático o el desarme nuclear.

El encuentro reciente corresponde a la IV Reunión Ministerial del Foro China- CELAC. Lo inauguró Xi Jinping, el presidente chino, y anotó: “No hay ganadores en las guerras arancelarias y comerciales, y practicar conductas intimidatorias y prepotentes no sirve sino para aislarse a sí mismo. Tanto China como los países de ALC son importantes miembros del Sur Global” (China Forum 13.05.2025).

Uno de los aspectos más relevantes tuvo que ver con el anuncio del mandatario chino acerca de su disposición para instaurar cinco programas con América Latina y el Caribe. El primero de ellos, el Programa de la Solidaridad, está dirigido a respaldar el orden internacional basado en el derecho internacional. Como parte del programa, indicó el mandatario, durante tres años, se invitará anualmente a 300 cuadros de partidos políticos de los países miembros de la CELAC a visitar China. Nada menos.

El segundo programa es sobre desarrollo, y buscará la defensa del sistema multilateral de comercio, incrementará las importaciones de la región latinoamericana y promoverá la inversión de empresas chinas. Habrá una línea de crédito —precisó el mandatario chino—, de alrededor de 66 mil millones de yuanes, lo que representa poco más de 9 mil millones de dólares.

Otro programa más estará dirigido a poner en marcha la “Iniciativa para la Civilización Global”, un mecanismo —puntualizó el presidente chino—, para profundizar el dialogo entre ambas regiones. El cuarto programa buscará implementar la “Iniciativa para la Seguridad Global (ISG)” que se centrará en la cooperación en áreas sensibles, como la gestión de desastres, ciberseguridad, terrorismo y crimen organizado, entre otras.

Por último, estará el “Programa de los pueblos”, a través del cual China, durante los próximos tres años, ofrecerá a los países miembros de la CELAC “3 mil 500 becas gubernamentales, 10 mil oportunidades de formación en China, 500 becas para profesores internacionales del idioma chino, 300 oportunidades de formación para profesionales en reducción de la pobreza”, entre otros aspectos.

En una próxima entrega anotaremos algunos números del desempeño de China en el terreno académico y científico, pero no hay duda de que se trata de un volumen sobresaliente, edificado de forma paulatina.

El contraste es notable entre la imagen que proyecta el gobierno estadounidense, vuelto de espaldas al mundo, y la testa china de liderazgo y cooperación que descolla. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo como cortar y establecer nuevos lazos comerciales y de cooperación —por no decir de dependencia—; múltiples variables entran en juego, comenzado por las posiciones geográficas. El reordenamiento, sin embargo, es inexorable.

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