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Alejandro Canales Sánchez

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Ley de ciencia: ¿La hora de los legisladores?

Canales-Sánchez, A. (abril 27 , 2023). Ley de ciencia: ¿La hora de los legisladores?. Suplemento Campus Milenio. Núm. 994. 2023-04-27

La intención de las autoridades del sector de aprobar la nueva ley general de ciencia creció conforme transcurrieron los días de este mes de abril. Todavía este lunes 24 de abril, cuando este texto fue escrito, no era un hecho la aprobación del proyecto, pero el rumor era que lo estaría el martes de esta semana y el Colectivo por la Ciencia se preparaba para una protesta pública en la Cámara de Diputados.

Lo anotamos aquí la semana pasada: los legisladores podrán aprobar o no un proyecto de ley, pero los desencuentros continuarán si no tiene un consenso mínimo de los directamente implicados. Si una ley no cuenta con el respaldo de la comunidad que quiere regular será impugnada a la menor provocación, o bien, revertida a la primera oportunidad. Lo peor es que, y también lo dijimos, podríamos desaprovechar la oportunidad de mejorar lo que tenemos y lo malo se puede ir junto con lo bueno.

Tal vez las autoridades confían de más en su mayoría en el Congreso para decidir qué se aprueba y qué no. Juzgarán que no es necesario convencer a nadie ni discutir y mucho menos negociar la nueva ley. O incluso desestiman las opiniones de miembros de la comunidad que se han manifestado de forma crítica sobre la organización y función del proyecto de ley gubernamental. Planteamientos que han insistido, una y otra vez, en construir sobre la base del marco normativo vigente, para corregir o eliminar lo que no funciona, instaurar un verdadero sistema y añadirle una perspectiva de futuro.

El proyecto de ley general de ciencia del gobierno federal sí puede ser aprobado sin más en el Congreso. Aunque los 202 diputados de la fracción parlamentaria de Morena no alcanzan la mayoría simple, sin grandes dificultades la sobrepasa si suma los votos de sus partidos aliados, como el Verde Ecologista (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT). Recuérdese que en total son 500 legisladores y solo se necesitan la mitad más uno.

Lo mismo ocurre en la Cámara de Senadores y en las respectivas comisiones de Ciencia y de Educación de ambas cámaras. Morena fácilmente logra mayoría de votos si suma los votos de las fracciones parlamentarias afines (Campus No. 978). Así que el partido en el gobierno, con relativa facilidad, puede aprobar cualquier ley secundaria, como la ley general de ciencia. No es el mismo caso con las reformas a la Constitución, porque ahí necesita mayoría calificada —dos terceras partes de los votos— y en esta legislatura ya no la alcanza ni con partidos afines.

A pesar de la composición parlamentaria, las comisiones de Ciencia y de Educación, en ambas cámaras, reconocieron la importancia de discutir y acordar una iniciativa de ley que fuera satisfactoria para todas las partes. Recuérdese que el proyecto de ley del ejecutivo federal fue ingresado en la Cámara de Diputados el pasado 13 de diciembre, turnado a esas dos comisiones, y desde entonces se aceleraron los rumores de una aprobación sin discusión. A la fecha se han filtrado dos dictámenes.

Desde el pasado 14 de marzo las juntas directivas de las dos comisiones acordaron la metodología para dictaminar el proyecto de ley del ejecutivo federal. Los acuerdos los comentamos en su momento aquí mismo, pero vale la pena recordar que se referían a dos acciones: una reunión de trabajo con la directora del Conacyt y siete foros de parlamento abierto.

La sesión de trabajo con la titular del Conacyt no se realizó el 15 de marzo, como lo tenían previsto, pero sí tuvo lugar al día siguiente. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con los foros de parlamento abierto. El acuerdo era que realizarían “por lo menos siete foros de parlamento abierto” e incluso se puntualizaron las temáticas que se abordarían en cada uno.

No obstante, solo tuvieron lugar los dos primeros foros, uno el 29 de marzo y otro el 14 de abril. Las sesiones, en ambas fechas, se alargaron por las numerosas intervenciones y hubo quien se quedó esperando. Todavía en el segundo foro, la diputada Flora Tania Cruz del partido Morena y titular de la Comisión de Educación y el diputado Javier López Casarín del Verde Ecologista de la Comisión de Ciencia, dieron por hecho la realización de los restantes cinco foros; destacaron la importancia del parlamento abierto para fortalecer los procesos democráticos y la construcción de un nuevo paradigma para la ciencia y la tecnología (Boletín No. 4166).

Algo ocurrió en la semana siguiente porque no hubo más convocatorias para los siguientes cinco foros ni tampoco explicación pública. Mal por el incumplimiento y pésimo por la desconfianza que habrá en futuras sesiones de parlamento abierto. Todavía peor para la frágil credibilidad de los diputados.

En estas condiciones, los legisladores pueden afirmarse como poder o evadir su responsabilidad en esta su hora. Si esta semana los diputados aprueban la ley y muchos otros proyectos, seguirán los senadores, pero en cualquier caso están obligados a rendir cuentas de su actuación.

Pie de página:

Apareció una nueva organización para impulsar una candidatura presidencial y dice que es de académicos. Hasta ahora no es más que un anuncio. Ya veremos. // En España sigue en ascenso la discusión sobre la doble adscripción laboral y ahí viene el laberinto del mundo de las publicaciones y sus revistas.




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