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Alejandro Canales Sánchez

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El vértigo de la tecnología en la educación

Canales-Sánchez, A. (agosto 03, 2023). El vértigo de la tecnología en la educación. Suplemento Campus Milenio. Núm. 1006. 2023-08-03

Un reciente informe de la Unesco dice que resulta difícil llevar a cabo una evaluación del uso de la tecnología en la educación. En parte por la velocidad con la que ocurren los cambios en ese terreno: actualmente los productos de tecnología educativa cambian alrededor de cada año y medio. Pero también porque los estudios que existen proceden de países de altos ingresos y son auspiciados por las propias empresas de tecnología.

Durante décadas, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la utilización de la televisión con fines educativos fue una de las mayores innovaciones tecnológicas. La experiencia en México y en otras partes del mundo fue exitosa. Luego, desde los años ochenta y con mayor énfasis en la década siguiente, la computadora hizo su aparición en las escuelas, primero en las de nivel superior y luego en los otros niveles.

A la par vino el desarrollo de software educativo, la digitalización de contenidos, los procesadores de texto, otros dispositivos tecnológicos, como los pizarrones electrónicos, los proyectores o el acceso a internet. La situación ya no fue tan sencilla. En aquel entonces se les denominó Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Hoy, tras más de dos décadas de circulación, ya muy pocos les llama “nuevas”, aunque siguen las novedades.

Algunos estudios sobre el impacto de las tecnologías en la educación destacaron sus efectos positivos; otros señalaron que no había diferencias sustanciales. Sin embargo, casi todos coincidían en dos aspectos: cualquier dispositivo tecnológico o programa no era relevante por sí mismo, lo importante era su vinculación con el aprendizaje y el papel del profesor; los sectores socialmente más desfavorecidos estaban en desventaja, el acceso no era igual para todos y todas.

La reciente contingencia sanitaria a nivel mundial nos mostró en tiempo real la desigualdad en el acceso a la tecnología en el ámbito educativo. Según el informe de Unesco (Technology in education: a tool on whose terms?), el aprendizaje a distancia llegó a menos de la mitad del total de estudiantes en el mundo y quedaron fuera alrededor del 72 por ciento de los estudiantes más pobres. Las dificutades se concentraron principalmente entre la educación elemental y la media superior, tanto por la falta de una tecnología necesaria como por la ausencia de políticas para resolverlas.

Las estrategias que siguieron los países para continuar sus procesos educativos en el periodo de pandemia fueron variadas, la mayoría diferenciadas conforme el desarrollo económico de la nación y por nivel escolares. Las plataformas informáticas en línea fueron las más utilizadas —en especial por las naciones de mayores ingresos y principalmente en la educación superior—, luego la televisión, los materiales impresos, los teléfonos celulares y en última instancia la radio.

Las evidencias muestran que la contingencia sanitaria aceleró todavía más el uso de la tecnología en todos los ámbitos. Lo perturbador es que el ritmo de acceso a la tecnología no avanza de la misma forma para todos los sectores, las desigualdades se han hecho más notables y en el terreno educativo apenas vislumbramos sus efectos.

Algunas evidencias de evaluaciones a gran escala han mostrado que si se abusa de las TIC puede tener un efecto contraproducente en el aprendizaje. El uso creciente de computadoras, tabletas y teléfonos celulares en las aulas es irrefrenable y no necesariamente se utilizan con fines educativos. Según el mismo informe de Unesco, la evaluación de PISA del 2018 mostró que únicamente alrededor del 10 por ciento de los jóvenes de 15 años de medio centenar de naciones participantes, usaron dispositivos digitales por más de una hora a la semana para lecciones de matemáticas y ciencia (pág. 68).

En fin, como destaca el informe, la disposición de contenidos educativos en línea ha crecido desmesuradamente, pero sin mucho control sobre su calidad y diversidad. La educación superior es la que ha experimentado cambios más drásticos. El problema es la asimetría que generalmente se ha provocado, porque los beneficios de la tecnología en la educación son mayores para los países de altos ingresos y para quienes tienen el capital cultural necesario.

El problema es que no terminamos de conocer los efectos de la tecnología digital y programas anteriores, cuando ya están tocando a la puerta otras novedades. Lo más reciente es la utilización de la inteligencia artificial en las escuelas y las especulaciones de si podremos prescindir de las interacciones humanas en la educación. Sin embargo, el vértigo producido por la tecnología digital, en naciones como la nuestra, literalmente palidece frente al debate sobre la impresión rotunda de millones de libros de texto gratuitos.

Pie de página: Marc Tessier-Lavigne, titular de la Universidad de Stanford, abandonará su posición al final de este mes, luego de comprobarse irregularidades en su labor de investigación. // Al final del mes pasado, la Secretaría de la Función Pública cerró el expediente en contra del director del CIDE. // El amparo promovido por FIMPES obtuvo una resolución favorable de un juez y los investigadores de instituciones particulares continuarán recibiendo el apoyo del SNI.




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