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Manuel Gil Antón

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Tropezamos de nuevo

Gil-Antón, Manuel. (junio 08, 2013). Tropezamos de nuevo. El Universal. Recuperado de: Vanguardia mx. https://vanguardia.com.mx/opinion/2997138-tropezamos-de-nuevo-NRVG2997138 2013-06-08

Y con la misma piedra. ¿Por qué volver a aplicar la prueba Enlace, si lo que requiere el sistema educativo mexicano, con urgencia, es el des/ENLACE? Zafar ya a los alumnos y las estudiantes de una prueba estandarizada que, luego de muchos años, no ha sido capaz de dar a conocer si es un instrumento válido y confiable para lo que pretende.

Tampoco se sabe el impacto o la utilidad de sus resultados en el diseño de propuestas de mejora, aunque, pensándolo bien, es mejor que no sean empleados como base de programas, dado que se desconoce si -o se ignora que no- se aproximan a lo que dicen medir. No haber evaluado al instrumento que afirma valorar lo que ha aprendido cada niño en todas las escuelas y en distintos grados escolares, sobre el que se comparan rendimientos estatales y se producen "datos duros" de todo el país es, sin más, una contradicción grave.

Hay que des/Enlazar el mecate que se anuda al cuello de cada integrante del magisterio, pues de los resultados de sus alumnos depende cada tostón del peso adicional al salario que se les otorga. Puesto así el incentivo, no es extraño que se genere una línea de continuidad, desastrosa del proyecto educativo.

Inicia con el intento de enseñar a los alumnos a responder Enlace mediante la práctica incesante de exámenes parecidos; luego pasa por la generación de mercados negros en que se venden ejemplares de la prueba, supuestos o reales; se desliza después seleccionando a los "mejores" de cada clase: a los que no saben, ese día de junio, por instrucción de la escuela, les da fiebre, e incluso por la manipulación de resultados que, de un año a otro, hace que el avance de una entidad en matemáticas sea más extraño que la luz en las escuelas. No es así en todos los casos, ni mucho menos, pero la tendencia a la simulación es fuerte.

Un muchacho levanta la mano y pregunta: ¿está bien que usted dicte las respuestas, maestra? Están frente a la madre de todas las pruebas. Lo mandan a la dirección, castigado. ¿Puso en riesgo los ingresos de alguien? ¿Atenta contra la fama de la escuela? ¿Daña los resultados de la sección escolar? ¿Es un masiosare? En cierto modo sí. Los que no se extrañan por el fraude saben que así son las cosas, y callar, en clase, siempre rinde más. ¿Hoy por ti, mañana por mí? De nuevo: es un caso que no se puede generalizar.

Sería falaz e injusto. Quizás anuncia el extremo al que puede llegar la cadena de incoherencias que vivimos: hay que evaluar: se confunde evaluar con examinar: se hace un examen a la trompa talega equivalente para todo el país: se concluye que se evalúa bien al equiparar lo bien hecho con lo hecho a raudales, a millones: como ENLACE es la norma, de ello se derivan monedas adicionales al magisterio: esas monedas luego son prestigio en los niveles de la Carrera Magisterial, y todo mejora porque se evalúa mucho sin que se aprenda en serio. Tal manera de proceder genera consecuencias variables, intensas y no controlables. ¿Por qué va de nuevo? "Porque no tenemos nada más, hay que hacer algo, y algo es algo". Con esta respuesta queda claro que ENLACE causa estragos en la inteligencia. Graves.

Cada año, una materia se evalúa con más detalle. Ahora fue Formación Cívica y Ética. Lo que diga el examen como resultado se confrontará con su ausencia al aplicar un instrumento de evaluación de alto impacto sin meditar en sus ya claras y preocupantes secuelas. Chocará, también, con la masacre a la ética que vivimos cada día: la impunidad. ¿Justicia por el crimen sin nombre en la Guardería ABC? Ausente. ¿Góngora Pimentel y su desvergüenza inaudita? Presente. ¿Granier y sus secuaces? Bien, gracias. ¿Aplicación de la ley, selectiva, para que los demás ladrones queden sin castigo a cambio de lealtad? Miles lo han entendido.

¿Descuento de nueve de cada 10 pesos en impuestos a la empresa que construye la realidad en el país? Así es, escribano. Hay que ser pragmáticos y honrar las deudas. No entiendes nada.

Es cierto. Pero sé bien que la vida educa más que la escuela. ¿Se vale, señores de las alturas del Pacto y los dineros, enseñar civismo cerrando los ojos ante esto? ¿Duermen "como bebés" solapando tanto atraco a la decencia? ¡Se va a la Dirección, castigado! Vámonos.




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