Manuel Gil Antón

Perdí a mi país. Ando extraviado: creía vivir en México y resulta que no. Según dijo el Presidente Calderón, su tierra (pensaba que también era la mía: craso error) vive un proceso de cambio sin precedentes. “Una segunda transformación profunda que se está dando en México es que nos estamos convirtiendo en una nación de clase media”. Aclaró que eso no significa que hayamos “terminado con la pobreza de una vez por todas”, sino que “según los investigadores” en los últimos años los hogares mexicanos han mejorado su acceso a vivienda, automóviles, bienes duraderos como electrodomésticos y computadoras, servicios de salud y de educación también de entretenimiento… Todos estos enseres y servicios, concluyó, “son productos básicos de la clase media en el mundo”. Fueron sus palabras el 24 de septiembre, en una conferencia en la capital de los Estados Unidos.

¿Dónde he estado estos últimos años? ¿Cuándo me cambiaron tanto la patria? Recordé una sentencia de Monsiváis: “O yo no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”.

Hace un silogismo. Premisa mayor: la clase media tiene todo lo enlistado. Premisa menor: cada vez más mexicanos tienen acceso al desglose de bienes y servicios antes dicho. Entonces: paulatinamente los mexicanos son de clase media. Y si esto es así, el país está pasando de ser una nación de pobres a otra, compuesta por clases medias, amplias y crecientes. De las premisas se sigue la conclusión. Bien. ¿Es verdad el contenido? No.

Datos oficiales le contradicen: el INEGI muestra que de 2002 a 2012, de todos los que tenías trabajo, 14% en ambos años ganaban hasta 1 salario mínimo (SM); los que llegaban a 2 caen de 24 a 23%; de 2 a 3 no hay cambio: 21%. Entre 3 y 5 desciende de 16 a 15%, y con más de 5 SM el descalabro es mayor, al variar del 11 al 8%. ¿Ingresos propios de un país de clase media? No lo creo, salvo que con los famosos 6 mil pesos de Cordero, que son 3.3 SM, alcance para coche, casa, vestido y sustento… y escuela particular. Seis de cada 10 empleados en el país ganan 3 SM o menos.

Por tipo de pobreza, en el mismo periodo, los que no tiene para comer bajaron un punto: del 20 al 19%; los pobres por capacidades no variaron: 27%, y los pobres por patrimonio crecieron, del 50 al 51%. La mitad del país es pobre y eso cala, Otra proporción no menor al 25% está en condición vulnerable (carece de algunos derechos que por la Constitución son obligación del Estado dotar) y quizá nada más una cuarta parte de los mexicanos estén fuera de la exclusión o el riesgo constante. Uno de cada cuatro podría, por ingresos, parecerse a la clase media definida por Calderón y propuesta como rasero para distinguirla en todo el mundo.

Ciertos electrodomésticos que hace diez años eran rasgos de distinción, se han abaratado y por eso más cantidad de hogares los tiene ahora. No por mejores ingresos o reducción de pobreza: muchas veces es por retornar a la familia extensa y entrarle al fondo común del que sale, para muy pocos, la computadora, y para menos el internet.

¿Y el tipo de acceso a los servicios? ¿Salud y educación? La distribución de sus beneficios es tan desigual como el país. Aberrante. ¿Se cuenta, de verdad, con sistemas de cuidad de la salud con calidad suficiente, equitativa, para la mayoría? No, aunque se haya avanzado, más en los indicadores y los comerciales que en la realidad.

Lo mismo en educación: claro, si se miente con las tasas de cobertura a mansalva, como es costumbre, la ocupación de pupitres, reales e imaginarios, en todos los niveles es mayor, lo que no significa que se arribe al conocimiento y la cultura. Ni siquiera a leer y escribir. Unos sí, pocos. La mayoría no. Permanecen pocos de los que entran: llegan a la educación media, por ejemplo, un poco más del 50% del grupo de edad de referencia, y cada año abandonan la escuela 600 mil estudiantes en este nivel.

No tengo pasaporte del país presidente. Como no nací ahí, ¿Cuánto costará una visa para entrar a ese México? ¿De a cómo andará tener salvoconducto al espejismo? Quiero conocerlo porque en el país que vivo, que antes se llamaba México, las cosas están muy mal, y empeorando. ¿País de clases medias? Qué va: de demagogia completa.