banner
banner

Manuel Gil Antón

foto

¿Sólo acceso a un pupitre?

Gil-Antón, Manuel. (julio 25, 2012). ¿Sólo acceso a un pupitre?. El Universal. http://archivo.eluniversal.com.mx/estados/86966.html 2012-07-25

No es lo mismo crecer que hincharse. Esta diferencia es crucial. Confundir inflamación, u obesidad, con crecimiento en un niño, conduce a graves consecuencias. Lo mismo pasa con la educación superior: ampliar las oportunidades de acceso al conocimiento avanzado no equivale a dejar entrar a todos a ocupar un pupitre o, muchas veces, tan sólo un espacio en el suelo del salón repleto: “pásele, pásele, circulando... atrás hay lugar”

Para que crezca, o surja, una institución educativa es necesario atender a varios factores, detal manera que la expansión no sea simple hacinamiento. Atestar instalaciones para que “quepan más” no amplía las posibilidades de acercarse, en serio, al saber fundado y la cultura. Solución de corto plazo: nulo impacto en lo que importa.

¿Cómo crecería, con solidez, la oferta educativa adicional tan necesaria en el país? Sin pretender exhaustividad, se requiere haber formado profesores que no sólo sepan de algo, sino que, además, sean capaces de generar ambientes de aprendizaje y trabajen de forma colegiada; contar con bibliotecas generosas en textos, tanto técnicos como relativos a la cultura en general, así como utensilios tecnológicos que permitan asomarse al legado de los que han ampliado el conocer, y el saber hacer, humanos; no es posible sin pensar en lugares y alternativas para el desarrollo del cuerpo, la expresión artística y el diálogo con otros, los compañeros, de los que tanto se aprende. Y, por supuesto, instalaciones dignas en que no sólo quepan más, sino que tengan espacio real para estar como deben estar: en condiciones de hacer su trabajo: estudiar. Aprender es un esfuerzo que requiere elementos materiales y académicos, sí, más ahínco. Hacer esto lleva tiempo, estudio, planeación, recursos y una perspectiva de futuro no reducida al límite de un sexenio. Tarea de estadistas, no de gerentes.

En Guerrero, por ejemplo, debido a la presión ejercida por cientos de alumnos que cerraron calles en Chilpancingo, solicitando sitio para 3 mil estudiantes “rechazados” (entraron 7 década 10), el Rector de la UAG señaló que no cabían más en los salones, pero que solicitaría apoyo del Gobernador. El Gobernador, presuroso, dio instrucciones precisas: 12 millones de pesos, faltaba más, y lugar para todos. ¿Dónde? En la UAG (830) en la Universidad Abierta ya Distancia (650) y el resto (1 520) en 5 Institutos Tecnológicos Federales: Acapulco, Chilpancingo, Iguala, San Marcos y Altamirano. En promedio, 324 alumnos más a cada uno de estos planteles. Listo. Acomodados están, como latas de atún en el anaquel. Abarroteros.

Sin lugar, 3 mil. Equivale a 100 salones adicionales con 30 alumnos cada uno. En un mes, todo “resuelto”. ¿De veras? No. Con decisiones así, a la trompa talega, se atiborran las aulas y se elude el problema real. Acallan las protestas, tal vez, pero el acceso al conocimiento, como guía en el crecimiento del sistema, permanece olvidado. Al fin, ese pequeño detalle, trivial e intrascendente, ¿a quién le importa?




Derechos reservados 2024 PUEES-UNAM
Universidad Nacional Autónoma de México