banner
banner

Manuel Gil Antón

foto

Educación superior: la mula y el trigo

Gil-Antón, Manuel. (febrero 04, 2012). Educación superior: la mula y el trigo. El Universal. Recuperado de: elprofegil.wordpress. https://elprofegil.wordpress.com/articulosperiodicos/ 2012-02-04

¡Otra vez la mula al trigo! Sí. Cada que se festine, por parte de las autoridades educativas, un logro falso, este escribidor volverá al trigo de la crítica. Porque si una mentira repetida mil veces, dicen, se convierte en verdad, reiterar cuanto sea necesario la refutación fundada es un valladar contra la demagogia.

La SEP dio a conocer esta semana que, en lo que va del sexenio, se ha incorporado a la educación superior tal cantidad de alumnos, que “hasta el momento, 32 jóvenes de cada 100 en edad de ir a ese nivel educativo lo pueden hacer”. La meta era 30% al final del sexenio y será 34. ¿Cuál es la “edad de ir a ese nivel educativo”? Saberlo es vital para revisar las cuentas. Se trata del rango entre los 19 y 23. En números redondos, este sector de la población mexicana es de 10 millones de personas. Si tuviesen razón, habría, hoy, 3 millones 200 mil de estos jóvenes inscritos en alguna modalidad de educación superior, incluyendo al posgrado. No es cierto.

Antes de demostrar el “error” de cálculo, aclaro: considero positivo el aumento de la matrícula, en la medida en que amplíe —ojalá— las oportunidades de contacto con el saber avanzado. Es aún poco en comparación con otros países de nuestra talla, pero es mucho mejor que estar estancados.

La matrícula de la educación superior, diría Perogrullo, está integrada por personas: no es un simple número. Entre otros rasgos, esos individuos tienen edad. ¿Cómo se distribuye la matrícula por cumpleaños acumulados? En el ciclo 2009-2010, para el que pude obtener información oficial, de cada 100 estudiantes en el nivel de la licenciatura (escolarizada y no escolarizada, sin contar al posgrado), 14 tenían 18 años o menos; entre 19 y 23 se concentraban 66; con 24 años había cinco y, el resto (15) tenía 25 o más. De esto se sigue que nada más 66% (dos tercios) está en el rango de la edad esperada. Con buen criterio, podemos incluir en esa situación a los que tienen 18 o menos, con lo que llegamos a 80%.

Esta proporción significa que, de la matrícula total estimada hoy, sin incluir al posgrado (3 millones) salvo cambio espectacular en la distribución por edades observada, no esperable de un ciclo a otro, están en edad de “ir a ese nivel educativo” 2 millones 400 mil jóvenes. En consecuencia, no son 32 de cada 100, sino 24 los que, del grupo normativo incluyendo a los de 18 años o menos, acuden a una institución de educación superior. La neta, entonces, la tasa neta de cobertura en México es casi uno de cada cuatro: no es verdad que sea cerca de uno de cada tres. Ésa es la tasa bruta. Era el indicador de su propósito sexenal. Lo superaron, sí; pero emplear a la bruta como neta no se vale. Sesga la información y no tiene sentido. ¿Error de cálculo? Poco probable, y terrible si proviene de la SEP: reprobaría ENLACE. ¿Triunfalismo, demagogia, dato que, sin serlo, parece verdad y además luce? Ése es, creo, su trigo. ¿Por qué se hace así? Por convenir al gobierno. A este y a los anteriores.

Hace tiempo, un alto funcionario de la SEP me dijo que estaban mal mis cálculos. Conversamos. Expuse mi forma de hacer las cuentas y, luego de varias horas de discusión, me dijo: “Bueno, tiene usted razón”. Remató la plática con una advertencia que no olvidaré: “Su problema, Manuel, es que le concede demasiada credibilidad a las cifras oficiales”. Tal cual. Sin inmutarse: “bronca suya y que le vaya bien”.

Es eso lo que importa denunciar: para el triunfalismo y la complacencia, las cifras oficiales —de las que es responsable el gobierno— sí son válidas. Las mismas, con las que se construye esta crítica, no. Cada año, un jueves que no es fijo, por mi nombre de pila recibo parabienes: el día de las mulas. Por eso tiendo al trigo. Otra vez el mismo tema: y las que sean necesarias. Es responsabilidad de un buen gobierno otorgar información confiable. Es derecho ciudadano irrenunciable recibirla. Analizarla, parte de mi trabajo. Superaron su meta, señores. Es un avance para el país. ¿Para qué mentir? El 75% de los muchachos que deberían “ir a la educación superior” no van. Son (sus) cifras oficiales. ¿Dónde están, qué hacen, por qué no llegaron? Es ése el asunto a pensar y la magnitud del reto.




Derechos reservados 2024 PUEES-UNAM
Universidad Nacional Autónoma de México