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Humberto Muñoz García

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Ciencia, Universidad y Gobierno

Muñoz-García, H. (octubre 21, 2021). Ciencia, Universidad y Gobierno. Suplemento Campus Milenio. 2021-10-21

Hoy que los sectores académico y científico parecieran no ser valorados por el gobierno es importante que las casas de estudio mediten sobre cómo fortalecer su generación de conocimiento y su autonomía

1.En tiempos recientes, el Gobierno de la República ha dejado la impresión de menospreciar a la investigación científica y a los investigadores. Ha generado malestar en la comunidad académica nacional, no sólo por el asunto de los 31 investigadores, malamente identificados como delincuentes organizados, sino también porque todo el sector de académicos se ha sentido molesto por la insistencia en calificarlo como un grupo privilegiado que vive con lujos a costa del erario público. Esta visión, y muchas de las acciones que se han tomado en materia científica, son equivocadas y contrarias a lo que el país, y los sectores sociales más afectados por la crisis, necesitan para salir adelante.

2.El discurso y las acciones oficiales en materia de ciencia, enclaustra las perspectivas de avance y fortalecimiento de la investigación en el país, y cierra las posibilidades para que México tenga presencia en el ámbito mundial, para incorporarse a la sociedad de este Siglo, fincada en el conocimiento, la información, la inteligencia artificial y las tecnologías de la comunicación. Depender del conocimiento científico producido en el extranjero aumenta las desigualdades de México con otros países y las desigualdades internas entre las clases y los grupos sociales. La investigación científica es vital para resolver los problemas sociales de esta coyuntura en la que nos enmarcó la pandemia, junto con la falta de crecimiento económico en los pasados lustros.

3.Las universidades forman parte del sistema educativo, desde el cual mantienen relaciones con distintos actores sociales, según el peso político de cada una y según su capacidad de resistencia frente a las fuerzas externas que la presionan para seguir un determinado cause. La universidad aporta al bien común y al progreso social; trabaja para satisfacer intereses colectivos y, en esa medida, recibe financiamiento del gobierno. Por su parte, la universidad contribuye a la legitimidad de quien gobierna y a la confianza de la sociedad en las instituciones públicas. La escisión que se está abriendo entre universidad pública y gobierno es absolutamente inconveniente.

Habría que reconocer, además, que a lo largo de muchos años, el resultado de las políticas educativas ha sido la creación de un conjunto institucional estratificado por sus capacidades intelectuales y científicas. Las distancias académicas entre las instituciones, representa un problema que la política educativa debería atender y corregir. Un sistema educativo tan estratificado, con instituciones débiles, no auxilia al desarrollo de muchas zonas en el país.

4.La universidad pública y el gobierno en México han tenido relaciones cambiantes a lo largo de la historia, unas veces han sido de conveniencia y otras resultado de conflictos acaecidos en un terreno de disputa, porque los resultados de la tarea universitaria son relevantes para la conducción de la sociedad e incluso para la renovación del propio Estado.

Juzgo indispensable que desde el gobierno se tenga el más alto respeto por las tareas universitarias. Que la organización para producir y distribuir conocimiento surja del diálogo con los académicos y con las autoridades universitarias, para que las universidades públicas continúen como el lugar predominante en el que se produce y transmite conocimiento para la nación.

Las universidades, por su lado, requieren, desde ya, comenzar la reflexión de los cambios institucionales que convengan, para que la educación superior y la investigación produzcan conocimiento pertinente y formen a los nuevos científicos, que atiendan la crisis y colaboren con la sociedad que vendrá después de la pandemia.

5.En este gobierno se han hecho señalamientos contra la autonomía de varias instituciones. Aquí, quiero refrendar que para la universidad pública, la autonomía, sancionada constitucionalmente, representa una condición indispensable para que pueda cumplir plenamente su cometido y mantener su identidad como institución, que sirve a la sociedad.

La autonomía garantiza a la universidad ser un espacio organizado para la crítica razonada, que tampoco le gusta a algunos gobernantes. Se equivoca quien no entienda que la universidad pública es una institución que acepta la pluralidad ideológica, al tiempo que su comunidad deshecha el pensamiento único. Busca que en su interior exista un buen ejercicio de la academia y un espíritu democrático en sus cuerpos colegiados. También, formamos ciudadanos responsables y cuadros de alto nivel para para la administración pública y las tareas de cambio nacional.

6.La libertad de pensamiento es esencial para el buen desempeño académico. Habrá que defender la autonomía y defendernos con ella. Lo deseable sería que el gobierno establezca relaciones de apoyo a la universidad pública y autónoma, sin que se interpongan intereses externos, y que la universidad pueda funcionar como una institución clave en la cual se interconectan el conocimiento y la cultura, el diálogo, la reflexión y la comunicación, de donde pueden salir propuestas para darle un nuevo curso al desarrollo del país.




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