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Humberto Muñoz García

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2022: Un entorno complicado para la educación superior

Muñoz-García, H. (enero 13, 2022). 2022: Un entorno complicado para la educación superior. Suplemento Campus Milenio. Núm. 931 2022-01-13

Un amigo de la UNAM me dijo, entre otras cosas, que este 2022 va a ser políticamente complicado. Y la complicación podría reflejarse en las universidades. ¿Cuáles son las razones por las que estoy de acuerdo con él? Son muchas, y exponerlas es bastante largo. Trataré de sintetizarlas para quién lea este texto.

1. Se necesita un Estado con capacidades para tomar las riendas del poder político, cambiar las reglas del juego, y eso significa tener facultad para dirigir un proyecto de desarrollo inclusivo que fomente la inversión pública y privada, cuya resultante sea generar empleo remunerador, tal que la sociedad perciba que está entrando a una etapa en la que gozará de un mayor bienestar, para todo lo cual es importante una buena educación formal. Que quien gobierne provoque un clima social que eleve la confianza. Ganar legitimidad, sostenida en las urnas, que las instituciones funcionen para satisfacer necesidades de las mayorías, y abran posibilidades de progreso a los jóvenes.

De los análisis que he leído recientemente, parece desprenderse un acuerdo sobre la necesidad de hacer una reforma fiscal que brinde al Gobierno Federal los recursos económicos para terminar los proyectos en el sur del país, pero, principalmente, para invertir en salud y educación. La reforma fiscal es indicativa de que el poder económico se ajusta a los planes del poder político, al cambio trascendente que anunció el gobierno actual como uno de sus propósitos fundamentales. La salud y lo educativo atienden la cuestión social. México requiere para transformarse un pacto nacional, efectivo, basado en un proyecto de país viable en este momento histórico.

2. La 4T recibió un país deshecho: corrupción, desigualdad social y territorial, pobreza, concentración extrema de la riqueza, falta de respeto a los derechos humanos, un mercado laboral débil, que no estimula la movilidad social, corporativismo, clientelismo, desconfianza en lo público, endeudamiento externo, que absorbe una parte considerable del presupuesto, violencia de género, violencia por los carteles de la droga, impunidad, migración aguda desde Centroamérica, un contexto internacional con una tendencia creciente de inflación, una mayor dependencia del país con Estados Unidos, la presencia prolongada de una pandemia que ha golpeado más a los grupos vulnerables, y mala gobernanza, no sólo en salud. Actualmente, hay fracturas políticas en y entre los partidos políticos. Etcétera. Habrá que admitir que esta problemática toda no se puede enfrentar y arreglar en un corto tiempo.

3. La educación, en el segundo tramo de este gobierno, se moverá en este entorno complicado, con una pandemia que ha afectado a todo el sistema educativo. La educación superior sigue con varias universidades públicas en crisis financiera. A causa del covid, profesores, investigadores y estudiantes tuvimos que encerrarnos en casa. Cobró importancia la educación remota. Las universidades han hecho esfuerzos serios para mejorarla en la licenciatura y en el posgrado.

En las instituciones académicas públicas, se entendió la necesidad de tener una buena relación con las instancias gubernamentales, y apoyarlas en sus esfuerzos para sortear la pandemia, para que la economía se perjudicara lo menos y para continuar generando conocimiento útil a la sociedad, debatiendo críticamente la realidad social y seguir formando ciudadanos responsables. El confinamiento nos ha tomado tiempo, recursos y esfuerzo. Los académicos hemos tenido que trabajar más y sin diálogo cotidiano con nuestros colegas. La academia se hace mejor en espacios colectivos. A todos nos hace falta el regreso a las instalaciones.

La respuesta del gobierno no ha sido justa ni correcta. Desde el gobierno se ha afectado a instituciones académicamente prestigiadas, con decisiones autoritarias que coartan el orden jurídico, como ha sido el caso del CIDE, INAOE, CICY, la ENAH y el INAH. Le ha faltado el respeto a la comunidad académica, a investigadores que han trabajado comprometida y honestamente por el desarrollo de la ciencia en el país. Este año, 2022, será definitivo para apreciar sí vamos a seguir una senda de comprensión, apoyo y fortalecimiento de las instituciones académicas o sí habrá más acometidas a la autonomía.

4. Lo que retomo ahora, de la literatura académica, es que ninguna sociedad desarrollada ha podido transformarse sin tener un sistema universitario académicamente fuerte, que contenga las mejores condiciones para hacer ciencia. Un sistema que provea cultura para que la sociedad entienda hacia donde se puede dirigir y pueda luchar para abrir nuevos caminos en la historia. Es indispensable que las decisiones políticas en materia educativa cuenten con resultados de investigación sistemática que tengan efecto sobre la dinámica de crecimiento de la sociedad mexicana. Tener una mejor sociedad implica que el gasto social se focalice en educación, en todos sus niveles, salud y acceso a los servicios sociales. Un espacio público donde se pueda deliberar y acordar.

En este año complicado, sería deseable que las instituciones académicas se fortalezcan, y que las políticas públicas, educativas, científicas y culturales, contribuyan decididamente a este propósito. De otra forma la transformación se quedará en el puro discurso.




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