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Humberto Muñoz García

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Difusión del Conocimiento Académico

Muñoz-García, H. (febrero 10, 2022). Difusión del Conocimiento Académico. Suplemento Campus Milenio. Núm. 935. 2022-02-10

Comienzo este texto con dos preguntas: ¿Por qué y para qué difundir conocimiento académico? ¿A quién se le comunica?

1. La comunicación desde la universidad consiste en difundir los resultados de la investigación, entre un público que forma parte del propio medio académico. Se difunde para que exista el intercambio de ideas entre académicos de un mismo campo o de campos disciplinarios similares, bajo la idea de que el intercambio sirve para que avance el conocimiento.

La comunicación pretende que los hallazgos se socialicen a nivel mundial entre las comunidades académicas. A este propósito, auxilian las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con lo cual los resultados que se obtienen de las investigaciones pueden ser empleados para nuevos análisis y, también, para que se abran nuevos proyectos y opciones de desarrollo que sirvan para generar un mayor bienestar social.

Los investigadores producimos conocimiento sistemático y riguroso que permite elaborar nuevas preguntas para continuar indagando sobre un objeto de estudio. Estamos obligados a comunicar los resultados del trabajo académico. Se difunden los hallazgos de un proyecto de investigación por la vía de medios académicos, generalmente revistas disciplinarias, que supuestamente consultan otros investigadores del mismo campo o de campos afines. Las revistas académicas son medios de difusión a los que no accede el conjunto social.

Poco ha cambiado la publicación académica durante los últimos tiempos. Pero hay indicios de que las revistas tienden a desaparecer, tal y como son producidas y distribuidas actualmente. Doy un par de motivos: a) la tecnología ha revolucionado la forma en que consumimos bienes materiales y simbólicos, incluido el conocimiento. b) La difusión por medios electrónicos es más ágil y de mayor cobertura. Actualmente, las revistas están pasando a formato electrónico, al tiempo que hay una explosión de páginas electrónicas, de instituciones y colectivos, que incorporan textos evaluados de diferente tipo (libros y artículos) para su consulta. Hay medios más adecuados que las revistas para seguir la velocidad con la que transita el conocimiento.

2.La difusión requiere ir más allá de los círculos académicos. Tenemos interés y deseos de que los resultados de nuestro trabajo de investigación sean conocidos y apropiados socialmente, sobre todo de parte de quienes trabajamos en las humanidades y las ciencias sociales.

En los últimos tiempos, se ha considerado la necesidad de difundir el conocimiento científico y tecnológico entre la población. Se estima que hay una creciente demanda por parte de la sociedad para acceder a la ciencia y la tecnología. La transmisión del conocimiento a diversos públicos en la sociedad sirve para generar cultura científica, y también para que se valore socialmente a la investigación y sus resultados, con lo cual reciben prestigio las instituciones donde la producción de conocimiento es parte de sus labores sustantivas.

Pongamos atención a lo siguiente. La información crece a ritmos acelerados y cada vez hay más facilidades tecnológicas para acceder a ella, y más capacidades para transformarla en conocimiento y diseminarlo en la sociedad. En esta última, se está dando una mayor diversificación de los públicos interesados en acceder al conocimiento y a la educación que imparte la universidad.

3. Hoy en día, científicos, humanistas y científicos sociales tenemos interés de difundir los trabajos que hacemos entre públicos que se encuentran fuera de la academia. Lo cual no es incompatible con difundir resultados sustantivos entre los colegas.

Salir del Campus, entrar y participar en la esfera de lo público, es una tarea de primera importancia, desde mi perspectiva. La sociedad demanda cada vez más que las universidades brinden respuestas para superar los problemas que la afectan. Para cumplir con esta exigencia, es de primera importancia divulgar, sistemáticamente, qué estamos encontrando en nuestras investigaciones. Y divulgarlo por los medios electrónicos, la prensa, revistas periódicas, suplementos, las redes, medios organizados para tal efecto, que sean de amplia consulta por parte de la ciudadanía.

Y no estoy refiriéndome sólo al texto de opinión calificada para intervenir en la coyuntura, sino al ensayo corto que resulta de una práctica académica, que es reflexión de un objeto o proceso analizado desde la academia. También incluyo el ensayo interpretativo de un hecho o proceso social.

La participación en los medios de comunicación masiva con contribuciones de este tipo tiene que ser aceptada y estimulada como parte de nuestro quehacer institucional, ser tenida en cuenta en las evaluaciones. Otorga visibilidad a las universidades, a los colectivos de investigación. Resalta, asimismo, a quienes hacen la gestión para divulgar el conocimiento de una manera organizada.

La publicación de textos cortos en los medios es una tarea que valora el conocimiento y que auxilia a mejorar la vida social, que contribuye a desarrollar el diálogo y el debate democráticos y a mostrar las bondades del pensamiento crítico que garantiza la autonomía universitaria. Es, además, una forma tangible de apreciar el compromiso de la universidad con el cambio de la sociedad.




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