Humberto Muñoz García

El Seminario de Investigación en Juventud (SIJ) de la UNAM ha cumplido, en estos días, 15 años de haber sido formado por un grupo de especialistas en el tema. Crear un núcleo de investigación sobre la juventud ha sido una medida acertada, como puede apreciarse por su labor y las contribuciones académicas que han salido de su seno.

Desde mi punto de vista, el SIJ se ha construido como un espacio principal, interdisciplinario, para reflexionar teóricamente y producir conocimiento sobre lo qué es y las realidades que enfrenta la juventud en México y, particularmente la de la UNAM.

El Seminario ha tenido la posibilidad de crear mecanismos para tener un contacto lo más estrecho posible con lo juvenil, sus problemas, sus manifestaciones, sus expectativas. Y más que eso, entender y difundir los acontecimientos, las condiciones y posibilidades que tienen las nuevas generaciones de mexicanos para reproducir y transformar la sociedad en la que viven. Cuando decimos que las universidades públicas crean futuro, nos estamos refiriendo al compromiso que tienen para que las nuevas generaciones puedan ser incluidas en su entorno y transformar las condiciones sociales en las que están inmersas.

Al SIJ le toca compartir con las y los jóvenes los resultados de sus investigaciones, comunicarse, interactuar con todos aquellos actores y organizaciones que intervienen en la vida de los jóvenes, dialogar con todos ellos, gestionar la intercomunicación, por ejemplo, entre generaciones, y orientar para que las y los jóvenes resuelvan sus problemas y tengan mejores cursos de vida, una participación más intensa en la esfera pública, y buenas relaciones sociales con sus pares.

En fin, el SIJ ha mostrado su valía académica, su creatividad y su compromiso con la academia y con quienes tienen condiciones de hacer y poner en marcha políticas públicas que sirvan para que la juventud mexicana actúe con fuerza de frente a su porvenir.

El SIJ ha desarrollado una amplia gama de intereses académicos que se reflejan en las actividades y eventos que ha realizado en su trayectoria. Sólo por citar algunos: primer empleo de los jóvenes, violencia y conflicto que involucra a este grupo de la población, los mundos de la juventud, la construcción de sujetos y ciudadanos, los jóvenes en la escuela, convivencia, educación y juventud, ambientes escolares, políticas públicas de juventud y, más recientemente, se ha investigado sobre los efectos de la pandemia de la covid 19 en los jóvenes mexicanos.

El SIJ ha sido también muy activo en materia docente en la UNAM. Tuvo un diplomado en políticas públicas sobre juventud, ha impartido un taller sobre pertenencia educativa y sus miembros imparten cátedra tanto en la UNAM como en otras instituciones.

Es de resaltar, asimismo, la importancia académica de las reuniones que ha organizado o en las que han participado sus miembros. Por ejemplo, el Seminario Internacional en Juventud, cambio generacional y vínculo social. El encuentro internacional de jóvenes que investigan jóvenes, el panel del grupo de trabajo de juventud de CLACSO, las mesas de discusión sobre los efectos del Covid en las juventudes, el Encuentro nacional de grupos que investigan juventud, y varios más.

También, quienes participan en el SIJ han sido muy activos en estimular la creación de grupos, como por ejemplo el que estudia juventudes, discriminaciones y racismos, el grupo dedicado a analizar jóvenes y migración.

El SIJ colaboró con el Seminario de Educación Superior (SES)en la Encuesta de Estudiantes de la UNAM, que se levantó a una muestra en el 2011. En el 2013, con la colaboración del SES, se levantó una encuesta en los dos sistemas del bachillerato que tiene la UNAM. Ambas encuestas dieron información muy valiosa, hasta ahora, sobre el estudiantado unamita y sería de esperar que en otro momento se replicaran, con lo cual se podría dar un panorama de algunos de los principales cambios en el estudiantado y sus percepciones de la institución.

Entre las publicaciones del SIJ destacan los textos sobre acoso y conflicto, cuestiones de violencia, los efectos de la pandemia, pero sobre todo el libro La experiencia estudiantil: Situaciones y percepciones de los estudiantes de bachillerato de la UNAM. Desde luego, la producción editorial del SIJ es mucho más amplia y vale la pena asomarse y consultar las obras de sus investigadores.

Hace un par de semanas, para celebrar los quince años del Seminario se realizó un encuentro intergeneracional de estudios en juventud, para reflexionar sobre el presente y el futuro de la investigación en juventud. Asistieron investigadores de varias instituciones de educación superior del país a un espacio intelectual de académicos pertenecientes a distintas generaciones. Un ejercicio de diálogo, que en lo personal me pareció notable.

El SIJ es una instancia académica que da prestancia y prestigio a la UNAM. Diría que es otra de sus riquezas, cultivada a diario, dedicada a conocer, ni más ni menos, que al sector más importante, sensible y numeroso de la comunidad. ¡Enhorabuena!