Humberto Muñoz García

El documento que contiene el Plan (PDI) fue puesto en línea para que toda la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México pueda consultarlo. Es un texto fundamental para que podamos construir el futuro de la institución. La idea es comentarlo y hacer sugerencias. Es un documento largo, muy completo, dividido en 7 ejes rectores, 49 líneas programáticas y cerca de 300 proyectos, cuya intención es desatar acciones de cambio, en una Universidad supercompleja como es ésta institución. Aquí presento algunos comentarios que comparto a los lectores de Campus.

1. México enfrenta problemas graves. Se requiere un nuevo curso del desarrollo que nos lleve a una sociedad incluyente, sin desigualdades como las que existen, más democrática en su modo de vida, con mayor bienestar para los pobres y mayor capital cultural. Para alcanzar una sociedad mejor, sin desperdicio humano, es crucial producir conocimiento científico, ser fuente de saber. Así, la investigación debe ser apoyada organizativa y financieramente. Orientarla a encontrar soluciones a los grandes problemas nacionales y a los locales. E incluir en los proyectos de investigación, a postdoctorantes, doctorantes y estudiantes. Hay que multiplicar a los productores de conocimiento y abrirles condiciones de trabajo en la economía. Estos propósitos son de primera importancia para mostrar responsabilidad y para el reconocimiento nacional e internacional. El PDI los contempla.

2. Se anota en el texto del Sr. Rector que, en los últimos 22 años, la matrícula de la UNAM se incrementó en un 52,2 por ciento. Cada nivel educativo ha tenido su propia secuencia. Además de los planteles del bachillerato, una buena parte del aumento recayó en las 5 unidades multidisciplinarias de la ZMCM y en las Escuelas (ENES) ubicadas en Morelia, Juriquilla, León y Mérida. Se estudia la factibilidad de crear una más.

La UNAM es una de las quince universidades más grandes en el mundo. Su labor docente busca ser de alta calidad en todas las disciplinas. Hay en el PDI, la idea de fortalecer la docencia en el bachillerato y la licenciatura, revisar programas y crear nuevas carreras; se estima que habrá un alto potencial en el caso de las modalidades abierta y a distancia. Se considera, además, que muchos egresados van a demandar actualización de sus conocimientos y que la docencia contemple que somos una sociedad pluricultural. Al posgrado se le asigna la prioridad que debe tener, ligado a la investigación, pero habría que cuidar que no intervengan criterios externos a la Universidad, que frenen las decisiones académicas que se tomen para seguir desarrollándolo.

3. La Universidad debe ser conducida por un gobierno capaz de transformarse al ritmo y necesidades de la institución. Descentralizarse, con base en el concepto de autonomía, para la toma de decisiones. Distribuir el poder de la autoridad académica en el marco de la ley orgánica y los ajustes que requieran hacerse al Estatuto General. Implantar las nuevas normas.

Es un acierto del Plan fortalecer la representación y la representatividad de los académicos en los cuerpos colegiados. Es deseable que funcionen para que la toma de decisiones se base en la conjunción de planteamientos de autoridades académicas y comunidad, por la vía de la deliberación, el respeto a las diferencias y el convencimiento. Que se logren acuerdos sobre los resultados a obtener y se fortalezca la gobernabilidad.

Asimismo, habrá que proponer medidas para agilizar los trámites, y enfatizar la eficiencia, eficacia y transparencia de la gestión. La información de toda la universidad en un click va a auxiliar en estos propósitos.

4. En cuanto a la evaluación del trabajo que produce conocimiento, es de suma importancia considerar que los resultados de la investigación sean originales (por sus ideas y/o su información), que contribuyan a resolver los problemas nacionales o locales, que abran posibilidades a un nuevo curso del desarrollo, a formular nuevas políticas públicas, a reorganizar el sistema productivo, impulsar el avance tecnológico, lograr un mayor bienestar social, la inclusión social sin distingos de clase.

La evaluación debe dejar atrás la becarización del personal de carrera, a través de la cual se ha gestado la inseguridad del ingreso, impuesto una ideología malsana de la competencia, ha destruido la colaboración académica, individualizado el esfuerzo intelectual, promovido el desinterés por el cambio y el conformismo con lo establecido, ha servido para el control político de la academia y para desfigurar la autoridad universitaria.

La evaluación del trabajo académico de humanistas y científicos sociales requiere que se utilicen criterios apropiados a estos campos del conocimiento, incluyendo el juicio fundamentado de pares en cuerpos colegiados. La naturaleza y los resultados del trabajo son diferentes al resto de las ciencias y requieren ser difundidos en planos académicos y sociales más amplios.