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Imanol Ordorika Sacristán

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Libertad para todos

Ordorika-Sacristán, I., (febrero 09, 2000). Libertad para todos. Opinión la jornada. 2000-02-09

Mientras crece el clamor nacional por la libertad inmediata de todos los estudiantes presos y por la salida de la PFP de la UNAM, el gobierno del PRI está usando una vieja táctica, como en 1959 contra los ferrocarrileros, como en 1968 contra los estudiantes y maestros: hacer una redada inicial de muchos cientos para intimidar, paralizar y dispersar, y luego liberar a unos y dejar en la cárcel a otros como rehenes, para así desalentar las movilizaciones, dividir a los detenidos y a sus familias y alentar expectativas de salidas individuales.

Esta táctica, apoyada hoy por todos los voceros del régimen, de- be ser denunciada y rechazada. Todos los estudiantes, sin distinción, deben quedar libres de inmediato. Todas las acusaciones contra ellos deben ser levantadas, comenzan- do por los inconstitucionales deli-tos de terrorismo, sabotaje y mo-tín, que sólo manchan a quienes los utilizan.

Por eso queremos aquí sumarnos a la indignación y a las demandas expresadas en la Carta Abierta al Pueblo de México del STUNAM, el SME y otras organizaciones agrupadas en el Frente Sindical Mexicano, que a la letra exigen: libertad incondicional de los compañeros estudiantes injustamente detenidos por los acontecimientos del 1º y el 6 de febrero; fin a la persecución indiscriminada de estudiantes; cancelación de las órdenes de aprehensión; restablecer de manera inmediata el clima favorable al diálogo.

Un coro de voces de muy diferentes organizaciones e individuos levantan hoy estas mismas exigencias, incluidos los candidatos de la Alianza por México a la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas, y a la gubernatura del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, entre los primeros en pronunciarse.

En la manifestación de hoy estaremos los que queremos democracia, cualquiera que haya sido nuestra posición durante el conflicto universitario, cualesquiera que hayan sido nuestras propuestas, nuestras diferencias o nuestras críticas. No es la hora de las recriminaciones entre unos y otros que todo golpe como éste estimula. No se trata de olvidar las razones o de borrar las diferencias que a lo largo del conflicto expresamos. Se trata, hoy y aquí, de exigir juntos la libertad inmediata de todos los estudiantes presos y la salida de los federales de la UNAM.

Por estas razones estamos obligados, en nuestra condición de universitarios y de fundadores del PRD, a rechazar el desplegado del Comité Ejecutivo Nacional de este partido publicado ayer en La Jornada.

No es nuestra intención entrar a discutir en este momento cada uno de los puntos de ese contradictorio documento, culminación de la conducta por lo menos errática de la directiva del PRD a lo largo de los casi diez meses de conflicto universitario. Pero no podemos pasar por alto el inciso b) del punto 8, que a la letra propone: "El respeto irrestricto de los derechos humanos de los detenidos, la liberación de todos los menores de edad, el retiro de las denuncias, que a todas luces son exageradas (sic), contra la mayoría de los detenidos, así como el deslinde transparente y escrupuloso de responsabilidades penales. Estas medidas permitirían que, bajo distintas modalidades, los detenidos queden en libertad y se genere el clima de distensión que urge en estos momentos".

La declaración del PRD propone, entonces, que unos salgan y otros queden presos y que contra és- tos últimos se efectúe un "deslin- de transparente y escrupuloso de responsabilidades penales". (¿Y quién "deslindaría" estas responsabilidades, la jueza que firmó los cientos órdenes de aprehensión, nombrada apenas el 2 de febrero para que hiciera la tarea?). A renglón seguido, la declaración explica al gobierno cómo "estas medidas permitirían que, bajo distintas modalidades (sic), los detenidos queden en libertad".

Estamos ante una crisis nacional: difícilmente alguien sensato lo negará. La dirección del PRD está arrastrada por esa crisis y tiene a su partido a la deriva, como lo confirma este inaceptable documento.

Estamos convencidos de que los afiliados y simpatizantes del PRD, por decenas de miles, acudirán a la manifestación por la libertad de todos los estudiantes presos.

Confiamos en que también lo harán muchos de sus directivos. Sin banderas partidarias que los separen de otros, sin buscar votos, confundidos como ciudadanos y ciudadanas en las columnas que marcharán por las calles de la ciudad.

A todos ellos tendrá que explicar después el CEN del PRD por qué razones faltó a la vieja tradición de las luchas del pueblo mexicano: exigir la libertad de todos los presos políticos, sin distingo de banderías, posiciones o acusaciones contra ellos.

Libertad para todos, demandará hoy ese pueblo en las calles.




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